lunes, 17 de agosto de 2015

LA CITA

Ganador del I Concurso literario Sueños de papel 2014

Sábado. Hoy me he levantado muy temprano. Ese hormigueo en el estómago no me ha dejado dormir mucho, como cada semana cuando se acerca el momento. Ayer pedí hora en la peluquería de mi amiga Pepita. Qué sorpresa se llevó la pobre, ¡no se lo podía creer! «¡Hacía mucho tiempo que no te veía tan radiante!» me ha dicho después de peinarme, henchida de satisfacción. He llegado a casa, me he duchado y ahora estoy sentada en el borde de la cama, mirando el armario que tengo frente a mí con las puertas abiertas de par en par, con la mayor de las indecisiones. ¡No sé que ponerme!

Estoy nerviosa como una muchachita adolescente. Desde el día en que conocí a Ramón, hace ya cuarenta y cinco largos años, no había vuelto a sentir esta sensación. Desde que murió, la cita de los sábados, es lo único que me hace tirar hacia adelante. «¿Debería maquillarme? Ummm, un poquito de color en las mejillas no creo que le haga mal a nadie».

He decidido ponerme un vestido azul, que como diría mi Ramón, hace resplandecer mis ojos. «¡Ya casi es la hora! ¿me verá guapa hoy?»

Me siento pletórica, como una diosa. Hasta Paco el frutero, me ha regalado un piropo cuando volvía a casa de la peluquería, «¡Ya quisieran muchas de treinta, doña Adela!»

«Llevo el bolso, las llaves de casa, el monedero, el pañuelo...» ¡¡¡Ring, ring!!!

Por un momento mi corazón se ha detenido para luego latir tan rápido, que he temido que se me saliese del pecho. Ahora sí, llegó el momento. Le robo al aire una gran bocanada y me dirijo hacia la puerta nerviosa pero con decisión. Allí está él, que me mira con esos ojos sinceros, como si acabara de ver a una estrella de cine, llenos de admiración.

—Hola abuela, hoy estás guapísima. ¿Me llevas al parque?

Una sonrisa inunda mi cara y mi corazón, y sin poder evitarlo, nos fundimos en un gran abrazo.



©Hannah Lucas

No hay comentarios:

Publicar un comentario